Mi marido me prostituye porque no quiere trabajar.

Recibí una llamada de una mujer buscando consejería. No me quiso decir su nombre completo. Yo la llamaré Galilea. Cuando escuché su problema en realidad no podía creerlo; era algo tan aberrante. Esta es su historia.

– Fíjese pastor que yo le llamo porque me pasa algo desagradable. Soy una mujer joven, estoy acompañada y tengo dos hijos. Vivimos en un cantón (zona rural) y todo iba bien en mi relación. Pero un día mi marido ya no quiso trabajar y dijo que tenía unos proyectos para ganar dinero con facilidad.

Puso una cervecería en la casa y comenzaron a llegar muchos hombres que se emborrachaban junto con mi esposo. Jugaban a las cartas y ponían música estridente, de esos temas de decepciones. A mí no me gustaba ese ambiente para mis hijos.

Pasados unos meses mi marido me dijo que la cervecería no estaba dando los resultados que él esperaba y que quería más dinero, porque él se merecía pasar sin hacer nada mientras ganaba plata. De hecho, decía que me ayudaba con los niños pero no los cuidaba muy bien. Yo aún trabajaba en un almacén.

Una tarde, cuando estaba con sus amigos, entró y me dijo:

– mira mujer, yo necesito billete, así que va a entrar Heriberto y se va a acostar contigo, ya me pagó 20 dólares.

– ¿Cómo? ¿De qué estas hablando? ¿Crees que yo soy ese tipo de mujer?

Tuvimos una gran discusión ese día. A la mañana siguiente él llamó al almacén para ponerme en mal y me despidieron. Llegué llorando de rabia a la casa. Nuestra economía comenzó a ir de mal en peor, puse una venta de tortillas, pero cada día tenía a mi marido con aquella presión de que me acostará con sus amigos.

No sé si por rabia o por falta de dignidad una noche acepté acostarme con uno de sus amigos. El pago fue veinte dólares. – Ya ves mujer, que es bien facilito hacer billete. – Yo me sentía sucia, sin valor, sin dignidad. Y llegué a pensar que mi vida ya no servía para nada.

Al siguiente día fueron dos hombres, otro día cinco y así hasta que casi todos los del cantón se habían acostado conmigo. Y por eso le llamo pastor, porque la verdad ¿No sé qué hacer? Tengo ganas de quitarme la vida pero tengo dos hijos.

– Sentí una profunda pena por esta mujer, y una gran indignación contra ese hombre. ¿Cómo es posible que haya hombres tan sinvergüenzas y haraganes, que manden a sus esposas a trabajar, mientras ellos se quedan de holgazanes en la casa? O lo peor, que lleguen al punto de prostituirlas.

Mire Galilea, le aconsejo en primer lugar que entregue su vida a Jesucristo. Permita que él perdone sus pecados, sane sus heridas y la restaure completamente. En segundo lugar, sepárese de ese hombre que la está utilizando de esa manera tan aberrante. Tome a sus hijos y váyase de allí.

Aquella mujer se entregó a Cristo en aquel mismo momento, oré por ella y me pidió que siguiera orando por su caso. Finalizamos la llamada. Pasados unos meses, galilea me llamó nuevamente.

Me contó que su marido se había peleado con unos clientes y estos lo amenazaron de muerte. Él se fue para Estados Unidos. Ella cerró la cervecería y se mudó de lugar. Pero su marido logró contactarla para decirle lo siguiente:

– Mira vieja, aquí en Estados Unidos es bien difícil la vida, los trabajos son bien pesados y la verdad yo no quiero trabajar. Necesito que comencés a hacer lo mismo que hacías, acóstate con hombres y me mandas billete, porque aquí la situación está bien fregada.

– Mire pastor, yo le dije que ahora era cristiana y que jamás en mi vida iba a hacer ese tipo de cosas tan denigrantes. Le dije que llamaría a la policía si seguía insistiendo. Jamás me volvió a llamar.

Estimados amigos y hermanos. Es triste saber que hay personas que no quieren trabajar y hacen este tipo de cosas con sus cónyuges. También sé que hay personas que viven este tipo de abusos. Y sé que Jesús puede traer liberación.

Sea lo que sea, te hago la misma invitación que le hice a Galilea. Entrégate a Jesucristo. Él perdonará tus pecados, sanará tus heridas y restaurará tu vida.  Si deseas hacerlo ahora mismo escríbeme.

Pastor Henry Cerna.

infohenrycerna@gmail.com

Si deseas leer más artículos como éste, dale clic a Mi Blog.

Publicado por Henry Cerna

Siervo de Jesucristo. Ganador de almas. Esposo. Padre de una bella hija. Recorro el mundo predicando el evangelio.

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: