Dice la Biblia: “Jesús amaba a Marta, a María y a Lázaro. Sin embargo, cuando recibió la noticia de que Lázaro estaba enfermo, decidió quedarse dos días más en donde estaba”. (Jn. 11.5-6)

Cuando estamos en apuros, aflicciones, enfermedades o tragedias, hacemos bien en buscar al Señor en oración y pedirle que nos ayude. Pero la experiencia nos dice que en la mayoría de las ocasiones la respuesta tarda demasiado.
Al ver que no tenemos ayuda divina nos planteamos muchas alternativas. Y solo podemos tener ayuda de dos fuentes: el hombre o las fuerzas del mal. Por supuesto que no queremos ser perjudicados y por instinto buscamos quien pueda darnos respuestas favorables. Lo peor de todo es que nuestra situación empeora. (Lázaro finalmente murió).
Respecto a la tardanza divina debo escribir que:
- Jesús no responde de inmediato en algunas ocasiones.
- Pero entendemos que nos sigue amando.
- Él no desconoce nuestra situación.
- Como Jesús tiene conocimiento pleno, actúa según el plan de Dios.
- La “tardanza” del Señor provocará un milagro mucho mayor.
- Jesús siempre lo hará, pero a su tiempo y manera.
- Los seres humanos debemos aprender a esperar los tiempos de Dios.
Si queremos vivir como verdaderos discípulos de Cristo, pasaremos por la escuela de la fe y la paciencia. Pero de algo estamos seguros: Dios sabe lo que hace y cuando lo hace.
Si estas pasando circunstancias terribles y Dios se ha “tardado” y tu crisis se ha agudizado, ten la certeza que Dios se glorifica hasta en la muerte. Y si es capaz de hacer eso, imagina cuántas cosas hará contigo.
Al final, verás la gloria de Dios: ¿No te dije que, si confías en mí, verás el poder de Dios? Jn. 11.40
No temas amado hermano, tu crisis terminará glorificando a Dios. Confía en Jesús.
Pastor Henry Cerna.