Recibí una llamada de una mujer buscando consejería. No me quiso decir su nombre completo. Yo la llamaré Galilea. Cuando escuché su problema en realidad no podía creerlo; era algo tan aberrante. Esta es su historia. – Fíjese pastor que yo le llamo porque me pasa algo desagradable. Soy una mujer joven, estoy acompañada ySigue leyendo “Mi marido me prostituye porque no quiere trabajar.”